¡Paz y Bien amig@s!
En este tercer Domingo la Palabra de Dios nos invita por un lado a la alegría, y por otro, a la conciencia de que la existencia incluye también momentos de duda, en los que es difícil creer. La alegría y la duda son experiencias que forman parte de nuestras vidas.
La invitación explícita a la alegría del profeta Isaías: “Que el
desierto y el sequedal se alegren, se regocije la estepa y florezca como flor.
Siguendo los domingos anteriores que se nos invitaba a tener un corazón abierto y limpio, hoy nos damos cuenta por qué es tan importante: SOLO DESCUBRIREMOS LA PRESENCIA DE DIOS EN NUESTRA VIDA, DESCUBRIREMOS LA ALEGRÍA ¡DIOS ESTÁ CON NOSOTROS!
Con los pequeños, los sencillos, los pobres,... que a pesar de todo se saben AMADOS INCONDICIONALMENTE por el Señor y seguros en Él
Y de ese amor
incondicional solo puede brotar una actitud ¡AGRADECIMIENTO!
Vamos a recibir un ramillete de LANAS… lanas de
colores, la lana da calor, abriga, es fuerte… así es el corazón agradecido… que
sabe dar gracias por lo grande y lo pequeño… Ponemos en la cuna de Jesús, tanto
que hemos de AGRADECER…. Mientras la depositamos en la cuna.
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