Con motivo del la I Jornada Mundial de los Pobres y siguiendo la invitación del Santo Padre Francisco, nos hemos reunido en una Vigilia de Oración, con el lema:
"Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en Él"
"Al final del Jubileo de la Misericordia quise ofrecer a la Iglesia la Jornada Mundial de los Pobres, para que en todo el mundo las comunidades cristianas se conviertan cada vez más y mejor en signo concreto del amor de Cristo por los últimos y los más necesitados. [...] Invito a toda la Iglesia y a los hombres y mujeres de buena voluntad a mantener, en esta jornada, la mirada fija en quienes tienden sus manos clamando ayuda y pidiendo nuestra solidaridad. son nuestros hermanos y hermanas, creados y amados por el Padre celestial.
Ofrecemos, perfume para ser buen olor de Cristo.
Ofrecemos pan; "Cuando comas y sacie su hambre, bendecirás al Señor, tu Dios, por la tierra buena que te ha dado" Bendito seas, Señor, por la tierra y el alimento.
Ofrecemos nuestras manos; con ellas podemos hacer el bien o el mal, bendecir o maldecir,... ayúdanos a ser instrumentos de misericordia y de paz en nuestros mundo.
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