24 horas para el Señor

¡Paz y Bien hermanos!

Desde hace varios años, por petición del papa Francisco, toda la iglesia participamos en "la iniciativa 24 horas para el Señor, que se celebra durante el viernes y sábado que anteceden al IV Domingo de Cuaresma. Jornada de adoración al Señor en la Eucaristía, y jornada de perdón, de recibir "el abrazo misericordioso de Dios " y de reconocer que solo el Señor "procede el perdón"

Nosotros como comunidad cristiana también vamos a tener un rato de oración con nuestra Capilla abierta y sobre todo con nuestra presencia para sentirnos unidos en luna gran familia que celebra el amos misericordioso... que agradece el Perdón del Señor y la mediación de su santa Iglesia... que ejerce si sacerdocio bautismal adorando en espíritu y verdad e intercediendo a favor de la humanidad herida por el pecado.

Acto penitencial

¡Paz y Bien hermanos!

Misericordiosos como el Padre.

Reunidos en la presencia del Señor en este tiempo de Cuaresma, como comunidad que se prepara para abrir el corazón a la Misericordia del Señor volvemos a escuchar las palabras del Papa Francisco al convocar el Año Jubilar de la Misericordia, que se hacen especialmente significativas en este tiempo: “Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre. En este Año se nos recuerda especialmente, que “ante la gravedad del pecado, Dios responde con la plenitud del perdón. La misericordia será siempre más grande que cualquier pecado y nadie podrá poner un límite al amor de Dios que perdona”.

            Por eso, en este tiempo en que nos preparamos de forma especial para convertir nuestro corazón al amor de Dios y los hermanos, vivamos con alegría y confianza esta celebración penitencial.

Tercer Domingo de Cuaresma

¡Paz y Bien hermanos!

Como cada viernes, vamos caminando hacia la Pascua recorriendo los momento que el Señor no va regalando mediante su Palabra.
En este domingo nos centramos en el evangelio de San Juan, que nos llama la atención porque en él vemos a Jesús airado, enfadado, se comporta con violencia... Nosotros estamos acostumbrados a verle como rey de paz, como manso y humilde... sin embargo, el enfado de Jesús tiene sus motivos y nos demuestra que frente al mal nunca podemos consentir. Jesús no condena a las personas, condena la situación de mal, el hecho de que hayan hecho del Templo, un lugar sagrado, un mercado, un lugar en el que el nombre de Dios se utiliza para recaudar y conseguir dinero.

No debemos dejar enfriar el amor de Jesús, tenemos que cuidar nuestro templo interior para también cuidar el templo de Dios y para ello nos podemos acercar al Sacramento de la Confesión, que es una gracia, un momento de reencuentro con un Amigo, con un Padre que nos espera con los brazos abiertos y al que podemos acudir sin miedos.

Y como gesto de esta semana, ante la Cruz, tenemos un recipiente con las cenizas que nos fueron impuestas el Miércoles de Ceniza y en el que vamos a depositar, a modo de examen de conciencia nuestros pensamiento, palabras, acciones.. para que nuestro corazón pueda volverse en verdad a Él y también así a nuestros hermanos.

Segundo Domingo de Cuaresma

¡Paz y Bien hermanos!

Como cada viernes, nos vamos reuniendo para tener nuestros encuentros de Paz y Bien.
En este segundo viernes de cuaresma hemos reflexionado sobre la Transfiguración del Señor y de como eligió a tres de sus discípulos, Santiago, Pedro y Juan,  los mismo que lo acompañaron en el huerto de los olivos.

Como geste de esta segunda semana de cuaresma, hemos abierto la Palabra al azar, porque su Palabra nos da vida.