domingo, 29 de noviembre de 2015

El Adviento


La Iglesia, para comenzar el año litúrgico, celebra la llegada de Cristo con una gran fiesta a la cual llamamos Navidad. Esta fiesta es tan importante para los cristianos que la Iglesia, antes de celebrarla, prepara a sus hijos durante el período conocido como Adviento. Ya desde tiempos remotos la Iglesia acostumbra tener esta preparación.

La palabra Adviento, como se conoce este temporada, significa "llegada" y claramente indica el espíritu de vigilia y preparación que los cristianos deben vivir. Al igual que se prepara la casa para recibir a un invitado muy especial y celebrar su estancia con nosotros, durante los cuatro domingos que anteceden a la fiesta de Navidad, los cristianos preparan su alma para recibir a Cristo y celebrar con Él su presencia entre nosotros.

En este tiempo es muy característico pensar: ¿cómo vamos a celebrar la Noche Buena y el día de Navidad? ¿con quien vamos a disfrutar estas fiestas? ¿qué vamos a regalar? Pero todo este ajetreo no tiene sentido si no consideramos que Cristo es el festejado a quien tenemos que acompañar y agasajar en este día. Cristo quiere que le demos lo más preciado que tenemos: nuestra propia vida; por lo que el período de Adviento nos sirve para preparar ese regalo que Jesús quiere, es decir, el adviento es un tiempo para tomar conciencia de lo que vamos a celebrar y de preparación espiritual.

Durante el Adviento los cristianos renuevan el deseo de recibir a Cristo por medio de la oración, el sacrificio, la generosidad y la caridad con los que nos rodean, es decir, renovarnos procurando ser mejores para recibir a Jesús.

La Iglesia durante las cuatro semanas anteriores a la Navidad y especialmente los domingos dedica la liturgia de la misa a la contemplación de la primera "llegada" de Cristo a la tierra, de su próxima "llegada" triunfal y la disposición que debemos tener para recibirlo. El color morado de los ornamentos usados en sus celebraciones nos recuerda la actitud de penitencia y sacrificio que todos los cristianos debemos tener para prepararnos a tan importante evento.

La familia como Iglesia doméstica procura reunirse para hacer más profunda esta preparación. Algunas familias se unen para orar en torno a una corona de ramas de hojas perennes sobre la cuál colocan velas que van encendiendo cada domingo. En otros lugares se elabora un calendario en el cuál se marcan los días que pasan hasta llegar al día de Navidad. En algunos países, como México, familiares y amigos se reúnen para celebrar las Posadas rezando el rosario, recordando el peregrinar de María y José para llegar a Belén. En todas estas reuniones el sentido de penitencia y sacrificio se enriquece por la esperanza y el espíritu de fraternidad y generosidad que surge de la alegría de que Dios pronto estará con nosotros.

martes, 3 de noviembre de 2015

“Un Rocío donde se necesite…”

Paz y Bien, Hermanos, queremos compartir con vosotros un acontecimiento muy especial que tuvo lugar en nuestra Casa la tarde del viernes 30 de octubre: la Fervorosa Hermandad del Ntra. Sra. del Rocío de Sevilla del Cerro del Águila, nos concedió vivir junto a ellos en la Capilla de nuestra Residencia la Misa de Hermandad con el comienzo del Rosario Vespertino que tuvo lugar tras la misma y que partió de nuestra Casa, y en la que estuvimos acompañados por numerosos familiares, trabajadores y feligreses de nuestra parroquia.
Esta Hermandad hizo realidad en esta tarde su proyecto “Un Rocío donde se necesite” con el que pretender dar ejemplo a los más jóvenes a través del amor de Dios por medio de la fe en Su Madre Bendita, y hacer vida las palabras del Papa, recordando y visitando a “ese tesoro de la sociedad que son los mayores, los abuelos… ser piadosos con nuestros antepasados”.
Además de la preciosa Eucaristía, celebrada por nuestro Capellán y con el acompañamiento del Coro rociero de la Hermandad, llevaron el Simpecado a los enfermos, tuvieron un detalle con cada uno de los residentes, y donaron un hermoso cuadro de la Virgen para el Centro.
Damos gracias a Dios por esta hermosa tarde y pedimos a la Santísima Virgen del Rocío que siempre nos cuide y proteja, y que nos lleve de su mano al “Divino Pastorcito”, su Hijo, nuestro Señor.

Nos vamos a la feria

 ¡Paz y Bien amig@s! Como todos los años, la Caseta cultural La Antorcha, nos invita a su caseta para pasar un día en la feria.  Nos ponemos...